Yoga a 2 o la expansión de la consciencia

El yoga suele ser una experiencia individual e introspectiva. Cierras los ojos y te observas. Pero a veces, con tanta auto observación y seriedad, se nos olvida que el yoga también puede ser una herramienta para compartir, para reírnos, para probarnos y aprender gracias al otro.

En una clase de yoga a dos, trabajas la confianza, la paciencia , la comunicación, la coordinación, el equilibrio... tantas cosas que no resultan tan obvias en una práctica autocentrada. Se trata de establecer una relación equilibrada, un dar y recibir mutuo. Y todo eso con alegría y humor!

La otra persona que trabaja contigo se vuelve tu espejo, se vuelve el centro de toda tu atención y la empiezas a tratar como a ti, y es allí donde opera la magia. Tu consciencia se expande y incluye al "otro" como parte de ti y empiezas a concebir el mundo de otra manera. El respeto, el amor, el cuidado con el que tratas a tu pareja de yoga, lo podrás aplicar luego a ti mism@ y al resto. El respeto, el amor y el cuidado con el que te dejas tratar por tu pareja de yoga te llegará más lejos que cualquier teoría, porque la experiencia define tu relación al mundo.